domingo, 17 de julio de 2011

¿A quién dedico “Ship called dignity”?


Me pide Kuka que os explique a cual de las cinco he dedicado esta canción. Deacon Blue era el nombre de un grupo escocés de los años 80, cuando la sangre corría aún más caliente que ahora por nuestras venas. “Ship called dignity” fue el nombre de su éxito más famoso en Hpania. Cuenta la historia de un barrendero que trabajaba para poder realizar su sueño: fletar un pequeño bote en el que podría abandonar su escoba para convertirse en capitán. A aquel barco le puso el nombre de “Dignidad”.

Todos tenemos sueños, incluso cuando cumplimos 50 años. Pensamos que aún debemos realizar aquella ilusión que nos mantiene vivos. Cada día tiene su afán. Los hay que viven siempre detrás del dinero, del placer, de la moda, del amor al trabajo… También hay quien no sabe para qué se levanta cada mañana. Otros vamos por la vida sabiendo para qué luchamos hoy sin saber qué pasará al día siguiente…

Mis ilusiones tienen los nombres de todas las personas a las que quiero. Eva, mi mujer, la mujer por antonomasia, que me corrige cuando me equivoco… y también cuando acierto. Todo es mejorable.

Lucía, la niña de mis ojos, mi chinita del alma, mi churrita que tiene la boca de fresa y los labios de limón, la mujercita que está descubriendo que detrás de cada amanecer debe haber una causa digna por la que esforzarse…

Juan, corazón de león, reserva espiritual de los Cámara, esperanza de una estirpe de hombres tozudos y apasionados, único macho de su generación en nuestra familia, único biznieto varón de Patricio el Indiano, único nieto varón de Manuel el cubano, único hijo de José Manuel el euskizofrénico…

Dedico esta canción a mi madre Inés, que parió por fin un muchacho a la segunda, después de haber perdido a los 3 meses de embarazo a mi hermano mayor, ese cuya vida tengo que vivir también… por eso a veces me apresuro tanto… por eso a veces soy José y a veces Manuel.

Y a mis hermanos: Patricio, el que más quiero porque es quien más me necesita; Óscar, que reescribió su futuro sin el chubasquero ni el paraguas de la familia con sólo 20 años y Ana Isabel, mi tenaz y luchadora hermana mayor a quien su difunto esposo enseñó cómo meterse en una trinchera para defender la causa de la solidaridad.

Y también, como no, Kuka, le dedico esa canción a mis amigas. A todas mis amigas, a Begoña, Arantza, Mara y Blanca, que me habéis soportado este fin de semana sin fin junto a vuestros compañeros, mis amigos del alma.


Villasana de Mena (Burgos), 22 minutos después de haber besado a mi madre cuando se cumplían exactamente 50 años de mi nacimiento… a las cinco y media de la tarde del lunes, 17 de Julio de 1961… “allá donde se cruzan los caminos”…

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